cuando veo desde el horizonte el huracán que se avecina,
cuando siento el silbido del, aún,
suave viento que amenaza con llegar a ser tornado,
mis manos se aceleran solas,
y abrazados mis dedos al lápiz
apoyándose mi furia contra el papel,
derramo el torrente de sentimientos que encierro dentro
y lo dejo salir virgen
sólo y únicamente así.
04/10/2013 Sandra Escudero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario